Planificación: conocer el recorrido, los tramos más complicados y los más sencillos, nos permite establecer los niveles de intensidad necesarios en cada momento de la carrera.
Metas y objetivos: siempre es bueno antes de un evento competitivo plantearse una meta realista que tenga directa relación con las competiciones anteriores y los entrenamientos.Es interesante tener no sólo una meta de resultado (Ej. llegar en una determinada ubicación), sino que también de rendimiento (Ej. mejorar la técnica de trote, etc.).
Focalización de la atención: todos los sentidos deben ser puestos en un punto lejano de la carrera, o bien en algún elemento propio, como pueden ser, las zapatillas, medias ,etc. Esto cumple el objetivo de evitar que el corredor se distraiga con elementos externos que no tienen relación con la carrera.
Pensamientos: es importante comprender que sobretodo en los momentos más difíciles de la carrera, pueden surgir muchos pensamientos negativos. El más común de ellos, es el deseo de abandonar la carrera cuando aparece la fatiga. En estos casos es importante programar al “cerebro” con pensamientos previamente establecidos para ocuparlos cuando irrumpan las ideas irracionales. Una vez detectado un pensamiento negativo reemplazarlo inmediatamente por otro opuesto y positivo.
Otra opción es que el deportista tenga preparada una palabra clave ( keyword) Ej. Fuerza, Vamos, Vos podés! , de forma que cuando en la carrera se presenten los pensamientos negativos la utilice para cortarlos tajantemente.
En fin, La maratón es como la vida te depara enormes sorpresa, hay que ser cerebrales para enfrentarlas y resolverlas en el momento preciso.Durante el transcurso de la prueba, el corredor debe enfrentar una serie de obstáculos que en su mayoría pueden ser superados con una excelente predisposición mental .
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