Eldepornauta.com
(*) Por Romina Plataroti
Siempre soñé representar a la Argentia en los Juegos Olimpicos y lo conseguí en Barcelona 1992, fue mi mayor experiencia como gimnasta. Para prepararse para un desafío de este nivel como toda otra competencia deportiva, lo importante es iniciar la marcha con pequeños objetivos, concentrándonos en las acciones de cada día, lo que irá incrementando la motivación, el compromiso y la confianza en uno mismo.
Existen diferentes tipos de metas que los atletas pueden fijarse tanto en las competencias previas o clasificatorias como durante la participación en la prueba o carrera a la que le dedicamos todo el esfuerzo y así se transformó en EL objetivo de la temporada. En algunas oportunidades, la planificación está dirigida hacia el rendimiento mientras que, en otros momentos, apunta a un resultado determinado. Ganar la medalla de oro puede ser una meta de resultado pero no depende exclusivamente de la actuación de uno, sino también de la capacidad de los otros competidores. Podemos realizar el mejor desempeño de nuestra vida y quedarnos sin subir al podio. Ante casos así, podemos sentir que fracasamos porque no obtuvimos la victoria, si por ésta sólo entendemos que consiste en salir primero. Por el contrario, la meta de rendimiento consiste en compararse con uno mismo, no compararse con los rivales. Esta podría ser una de las mejores formas de tener un gran desempeño; consagrarse campeón o derrotar a un adversario.
Uno de los rivales más difíciles de vencer, somos nosotros mismos. Nuestra visión acerca del éxito y el fracaso puede ser una gran generadora de presión. "Mi trabajo y esfuerzo sólo valdrán la pena si triunfo"; "¿Qué dirá mi familia y la prensa si no logro la medalla de oro?", son algunas de las cosas que suelen pensarse en los momentos previos a la competencia. En este aspecto, es muy importante trabajar con igual seriedad no sólo la parte física y técnica, sino también la fortaleza mental del deportista, apostar a metas de rendimiento que alejen de las presiones externas e internas.
Hasta la próxima,
(*) Por Romina Plataroti
Siempre soñé representar a la Argentia en los Juegos Olimpicos y lo conseguí en Barcelona 1992, fue mi mayor experiencia como gimnasta. Para prepararse para un desafío de este nivel como toda otra competencia deportiva, lo importante es iniciar la marcha con pequeños objetivos, concentrándonos en las acciones de cada día, lo que irá incrementando la motivación, el compromiso y la confianza en uno mismo.
Existen diferentes tipos de metas que los atletas pueden fijarse tanto en las competencias previas o clasificatorias como durante la participación en la prueba o carrera a la que le dedicamos todo el esfuerzo y así se transformó en EL objetivo de la temporada. En algunas oportunidades, la planificación está dirigida hacia el rendimiento mientras que, en otros momentos, apunta a un resultado determinado. Ganar la medalla de oro puede ser una meta de resultado pero no depende exclusivamente de la actuación de uno, sino también de la capacidad de los otros competidores. Podemos realizar el mejor desempeño de nuestra vida y quedarnos sin subir al podio. Ante casos así, podemos sentir que fracasamos porque no obtuvimos la victoria, si por ésta sólo entendemos que consiste en salir primero. Por el contrario, la meta de rendimiento consiste en compararse con uno mismo, no compararse con los rivales. Esta podría ser una de las mejores formas de tener un gran desempeño; consagrarse campeón o derrotar a un adversario.
Uno de los rivales más difíciles de vencer, somos nosotros mismos. Nuestra visión acerca del éxito y el fracaso puede ser una gran generadora de presión. "Mi trabajo y esfuerzo sólo valdrán la pena si triunfo"; "¿Qué dirá mi familia y la prensa si no logro la medalla de oro?", son algunas de las cosas que suelen pensarse en los momentos previos a la competencia. En este aspecto, es muy importante trabajar con igual seriedad no sólo la parte física y técnica, sino también la fortaleza mental del deportista, apostar a metas de rendimiento que alejen de las presiones externas e internas.
Hasta la próxima,
Genial y muy cierto !!
ResponderEliminarSaludos
Romina aprovecho para saludarte y felicitarte. Soy un fiel seguidor tuyo de tu carrera deportiva y lo que hacés actualmente me parece maravilloso. No sabía que tenías blog. Quisiera hacerte algunas preguntas, donde te podría escribir ? Gracias
ResponderEliminarFelicitaciones y seguí así. Luis